Perttu [Abraxas]- Líder Demonio

-¿Por qué tiene que suceder esto?- Observaba desde lejos la implacable guerra entre sus hermanos celestiales y los que hacía tan poco también eran sus hermanos. –Pese al motivo vanidoso del Lucero del Alba, hay otros que pelean por otro motivo, uno mucho mayor- ¿Cuál? ¿Qué podría valer tanto para causar esto?-  el bienestar de los humanos.- Apartó la mirada llorosa, que ahora tenía un dejo de sorpresa, de la cruda escena de batalla para mirar a su actual interlocutor, quien era el más amado y cercano hermano celestial que tenía en ese entonces.- ¿No se supone que es un hecho que vemos por ellos y su bien? No logro entenderte-.Observó de arriba a abajo a su amado hermano, notando que estaba preparado para unirse a la batalla- No lo hagas…- Pidió en tono de súplica, puesto que el contrario sabía la postura que tenía ante la violencia y las guerras- No es la forma…- una súplica inútil.

- El libre albedrío es algo que tienen los seres humanos, es lo que los hace únicos y hermosos con un destino de múltiples opciones posibles,  pero en nuestro afán de protegerlos se lo estamos negando, ¿Decidir entre el bien y el bien? ¿Eso es una decisión verdadera? ¿Es lo que ellos quieren o lo que nosotros queremos que ellos quieran? –El celestial nunca había pensado de aquella manera, esa visión de la realidad era totalmente nueva pero tan comprensible y racional, que al no poderla refutar sintió temor, puesto lo que conocía  y creía parecía ser ahora una mentira-Ellos no conocen nada más, no conocen hasta donde pueden llegar con su infinito potencial, los estamos limitando y atando a nuestra conveniencia, negándoles crecer, aprender y decidir por cuenta propia. ¿Será que les hacemos eso porque les tememos? En el fondo ¿Celamos el libre albedrío que ellos gozan y nosotros no?- Mientras su hermano hablaba con voz implacable, se terminaba de ajustar la dorada armadura dirigiendo la mirada al campo de batalla- Amado mío, ese es mi motivo.-

Ambas miradas volvieron a cruzarse, una de amor y dolor, la otra igual amorosa pero llena de decisión.- Tengo un gran amor a la humanidad, y si es necesario, por ellos me sacrificaré.- El hermano acercó hasta dejar tan solo un par de centímetros entre ambos. Le tomó de la mano depositando en ella un collar compuesto de un muy fino y delicado filamento de oro y una cruz de madera de roble. Con la otra mano, acarició el rostro lloroso, y como despedida besó con ternura sus labios. Ambos sabían que independientemente del resultado de la batalla, ya no se volverían a ver.

Se esforzaba para que toda su racionalidad negara la veracidad de las palabras de su hermano, pero era inútil, mientras más las pensaba más sentido tenían-Amor a la humanidad- Se repetía mientras miraba el collar recién obtenido. Seguía sintiendo la pena y el dolor por la guerra entre sus hermanos, pero algo había cambiado, su mundo, su visión, él mismo. Su gran inteligencia veía la verdad en las palabras de su hermano, y pronto esas palabras se volvieron también suyas. El temor desapareció y se transformó en valía y determinación- ¿Por qué les hacemos esto si tanto decimos amarlo y protegerlos?.- No tardó mucho en prestarle atención a la batalla nuevamente y pronto se dio cuenta de la inutilidad de la misma, sabía que los celestiales no cambiarían nunca su visión ni manera de hacer las cosas.

- Si ellos no cambien, alguien debe de hacerlo, alguien debe defender el libre albedrío, y la violencia no es la manera correcta- Desplegó sus magníficas y brillantes alas y bajó a la tierra, a una desoldada colina. – Querido hermano aunque tus intensiones hayan sido puras y bondadosas, no tendrán ninguna utilidad ya que no ejecutaste la mejor opción, pero no te preocupes, yo me encargaré, aunque tenga que pagar con mi vida, con lo que soy, aunque tenga que dejar de amar.- Aferró sus manos a sus alas.- Para proteger a los seres humanos.- Jaló de ellas, sintiendo un dolor que recorría toda sus espalda y pronto todo su ser.- Para proteger lo que más amo.- Tiró de ellas una vez más con todas sus fuerzas, el dolor se volvió desgarrador y sintió una extraña ligereza que le hizo perder el equilibrio. Pronto, tirado en el suelo, perdió la conciencia.

Ira, tristeza, frustración, celos, envidia, venganza… como era de esperarse, se corrompía cada día más, adentrándose a la oscuridad del Abismo infernal, donde encontró un nuevo “hogar” haciéndose por mano propia de nuevas habilidades y poderes durante siglos. Llegando a ser un poderoso demonio y ganándose el respeto de otros a base de temor. Aquel celestial sensible y amoroso había desaparecido, quedando únicamente el ideal que le había hecho caer.

Un largo y amargo camino, que sabía que tendría que vivir desde el momento en que se arrancó las alas, y para el cual había estado preparándose durante siglos en el Abismo, iba a comenzar. Ya era hora de darle una segunda opción a la humanidad, que por vez primera hicieran una elección de verdad en sus vidas.  Era aproximadamente 1016, en lo que en la actualidad sería Finlandia, un adinerado jefe de familia, que engañaba a su esposa y que despilfarraba su dinero proveniente de negocios turbios, de gran atractivo a su parecer, fue el mejor candidato para ser su contenedor por los siguientes siglos. Tras una posesión forzada, con la cual no tuvo que lidiar, puesto el alma era débil y pecadora, desapareció con todo el dinero de la familia y nunca más fue visto por esos lugares

Alemania, Inglaterra, España, Japón… fueron algunas escalas antes de encontrar su lugar favorito y en donde permanecería por los siguientes tres siglos: Italia, su territorio. Sin gran presencia angelical, pese al Vaticano, que en el fondo era tan corrupto como cualquier poder político, y el cual él se encargaba de corromper cada vez más. Pecados, corrupciones y uno que otro pacto.- Alguien tiene que hacer el trabajo sucio, y para mi es todo un honor-.