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Eternal Exile Rol :: Italia :: Venecia
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Abierto | Conociendo más y más.
Después de un viaje bastante largo desde donde vivía, hasta Italia, solamente no podía evitar esperar por llegar a dichoso lugar, estaba emocionado, y no era solo por ver de nuevo a su hermana, a ese ángel del cual tanto había escuchado, sino también por percibir todas esas nuevas sensaciones, ¿Cómo sería la comida? ¿Sería deliciosa? Esas preguntas rondaban por su mente, a pesar de que la comida fuera lo único que pensara en realidad, porque, siendo prácticamente un ángel de pocos meses en la tierra (Es decir, mes y medio) las sensaciones le golpeaban con la fuerza con la que podría golpearte un autobús, aunque por supuesto, de una manera bastante agradable; aún no estaba acostumbrado al contacto entre las personas, saludos de la mano, un pequeño beso, aun le causaba una extra sensibilidad a la que sabía que no se acostumbraría con rapidez. Unos días en Italia habían sido exquisitos, aun no iba a encontrarse con su hermana y con la familia de esta, que sí sabía que tenía, gracias a que Mika le había dicho todo eso, él era una buena persona, podía percibirlo, aunque, para la forma de ver las cosas TaeYong, Mika era bastante… Muy diferente de las personas que había conocido durante sus meses en la tierra, debido a que estaba en ese hospital casi todo el día y noche, y todos eran bastante agradables, bien hablados, y con mucha educación, aunque no es que pensara que Mika lo no era, sino que era, en palabras más ‘celestiales’, único en su tipo.
Entre sus muchas visitas por varios lugares de Italia, Tae siempre había leído sobre lo hermoso que era Venecia y le había pedido a Mika que fueran ahí en una de esas, en algún punto si es que podían ir, le encantaría conocer dicho lugar y sabría que el mayor no se opondría a nada por el estilo porque, bueno, igual era un viajero empedernido. Su llegada había sido algo bastante normal, alojados en uno de los hoteles de aquel lugar y cuando el mayor se había quedado dormido, por lo cansado que estaba (Sin olvidar mencionar que TaeYong también lo estaba), aprovechó para salir a dar un paseo, puesto no veía nada de malo el salir sin decirle al contrario, incluso, intentó despertarle para decir que saldría, pero entre balbuceos del contrario, solo escuchó un “Sí, sí, sí. . .” y fue todo aquello, por lo que tomó como un pase libre a que podía salir del lugar y ¡Claro! Quería pasear por una de aquellas góndolas que le parecían demasiado interesantes.
Mientras sus pasos por las calles algo estrechas le llevaban por aquella ciudad, solamente su mirada estaba maravillada con las estructuras de los edificios, muchos de estos parecían que podrían romperse con solo tocarlos, y la curiosidad del joven ángel solo lo llevaba a deslizar sus dígitos con suavidad sobre la superficie de aquella piedra de las columnas que había, mientras una leve sonrisa estaba formada en sus labiales, además de comportarse como si no hubiera nadie más, perdido en su propia mente y pensamientos.
Entre sus muchas visitas por varios lugares de Italia, Tae siempre había leído sobre lo hermoso que era Venecia y le había pedido a Mika que fueran ahí en una de esas, en algún punto si es que podían ir, le encantaría conocer dicho lugar y sabría que el mayor no se opondría a nada por el estilo porque, bueno, igual era un viajero empedernido. Su llegada había sido algo bastante normal, alojados en uno de los hoteles de aquel lugar y cuando el mayor se había quedado dormido, por lo cansado que estaba (Sin olvidar mencionar que TaeYong también lo estaba), aprovechó para salir a dar un paseo, puesto no veía nada de malo el salir sin decirle al contrario, incluso, intentó despertarle para decir que saldría, pero entre balbuceos del contrario, solo escuchó un “Sí, sí, sí. . .” y fue todo aquello, por lo que tomó como un pase libre a que podía salir del lugar y ¡Claro! Quería pasear por una de aquellas góndolas que le parecían demasiado interesantes.
Mientras sus pasos por las calles algo estrechas le llevaban por aquella ciudad, solamente su mirada estaba maravillada con las estructuras de los edificios, muchos de estos parecían que podrían romperse con solo tocarlos, y la curiosidad del joven ángel solo lo llevaba a deslizar sus dígitos con suavidad sobre la superficie de aquella piedra de las columnas que había, mientras una leve sonrisa estaba formada en sus labiales, además de comportarse como si no hubiera nadie más, perdido en su propia mente y pensamientos.
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TaeYong [Jeliel]- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Edad : 28
Re: Abierto | Conociendo más y más.
Todo había cambiado, era sin duda un ser nuevo. El mundo se veía de una forma aun más brillante de como lo recordaba, la realidad era que el universo había estado completamente apagado, hasta el momento en el que despertó y cada cosa parecía más brillante.
Podía notar claramente como en su interior aun había fragmentos y recuerdos, conocía bien a todos los seres que le rodeaban, pero... algo era diferente. Los recursos mezclados de su vida humana y la que pertenecía al ángel que había tomado su cuerpo, justo ahora eran fragmento sin sentido y deseaba ordenarlo.
Decidió que debía estar solo y se apartó por unos días de su nueva familia, que habían cuidado de él como humano y entendían ahora, su nueva condición. No supo como llegó o por que se dirigió ahí, pero tomó el primer tren hacia Venecia, para pasar unos cuantos días y tratar de darle sentido a las imágenes de su cabeza. En las soledad que suponía un viaje solo, podría encontrar su nuevo camino y las piezas que faltaban... o al menos eso creía.
Sin embargo, si no encontraba el sentido, tampoco era algo trágico, la alegría del conocer su nuevo ser y difundir la luz del padre, sería reconfortante. Fue así que decidió visitar algunos canales que la memoria de su amado humado conservaba, deseaba mirar lo que él miró y recordar, tal vez ese sería el camino para sus propios recuerdos.
Fue mientras paseaba por aquellas calles, que sintió una vibración correr por su anatomía, era intensa y hacía vibrar las fibras más profundas de su ser. Se llevó la mano al pecho y reconoció la alegría, si... era eso... la alegría profunda de sentir cercano a un ser como él, sus ojos buscaron entre las personas, sentía claramente su presencia, pero... ¿dónde estaba?... alguien como él, un hermano que decidió unirse a su misión... pero ¿cuál era la misión con exactitud?...
Buscó entre las personas y caminó hacia la dirección de donde sentía provenía aquel manantial de energía... ¿él ajeno lo sentiría con tanta intensidad como él mismo estaba experimentando?.... Tenía que encontrarlo.
Podía notar claramente como en su interior aun había fragmentos y recuerdos, conocía bien a todos los seres que le rodeaban, pero... algo era diferente. Los recursos mezclados de su vida humana y la que pertenecía al ángel que había tomado su cuerpo, justo ahora eran fragmento sin sentido y deseaba ordenarlo.
Decidió que debía estar solo y se apartó por unos días de su nueva familia, que habían cuidado de él como humano y entendían ahora, su nueva condición. No supo como llegó o por que se dirigió ahí, pero tomó el primer tren hacia Venecia, para pasar unos cuantos días y tratar de darle sentido a las imágenes de su cabeza. En las soledad que suponía un viaje solo, podría encontrar su nuevo camino y las piezas que faltaban... o al menos eso creía.
Sin embargo, si no encontraba el sentido, tampoco era algo trágico, la alegría del conocer su nuevo ser y difundir la luz del padre, sería reconfortante. Fue así que decidió visitar algunos canales que la memoria de su amado humado conservaba, deseaba mirar lo que él miró y recordar, tal vez ese sería el camino para sus propios recuerdos.
Fue mientras paseaba por aquellas calles, que sintió una vibración correr por su anatomía, era intensa y hacía vibrar las fibras más profundas de su ser. Se llevó la mano al pecho y reconoció la alegría, si... era eso... la alegría profunda de sentir cercano a un ser como él, sus ojos buscaron entre las personas, sentía claramente su presencia, pero... ¿dónde estaba?... alguien como él, un hermano que decidió unirse a su misión... pero ¿cuál era la misión con exactitud?...
Buscó entre las personas y caminó hacia la dirección de donde sentía provenía aquel manantial de energía... ¿él ajeno lo sentiría con tanta intensidad como él mismo estaba experimentando?.... Tenía que encontrarlo.
JongJin Won [Amriel]- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Re: Abierto | Conociendo más y más.
Ese, debía ser su día de suerte. Definitivamente. Porque el encontrarse con dos ejemplares plumíferos en un mismo lugar debía ser un regalo del cielo. Y como se debe, Nicolás lo agradeció alzando las manos hacia arriba, sarcásticamente imitando una oración, como había visto alguna vez, que algunos devotos religiosos lo hacían, mostrando una sonrisa amplia en su rostro, como si realmente se hubiera ganado la lotería.
—Tal vez debería comprame un boleto de lotería… podría ser más millonario de lo que soy— Se dijo en voz alta y en coreano, haciendo que un turista a su lado lo quedara mirando por lo extraño que sonaba aquel idioma entre tantas voces italianas. Al fijar su mirada en aquel asombrado turista, Nicolás le regaló una simple pero deslumbrante sonrisa, haciendo que el humano parpadeara entre confundido y embelesado.
El establecerse en alguna zona de Italia, había sido más complicado de lo que le hubiera parecido, por lo mismo había terminado visitando diferentes ciudades, en búsqueda de la que más le acomodara, no teniendo resultados favorables todavía. Por lo mismo había viajado a Venecia en aquella oportunidad, sus opciones se iban agotando y su exigencia en gustos, hacían cada vez más complicada la elección.
Se había detenido sobre uno de los puentes que cruzaba el canal, observando al horizonte, más allá de la visión normal humana, cuando ambas auras aparecieron en su periferia, activando de forma inmediata sus sentidos y a la vez el júbilo que significaba diversión gratis. Como si fuera una fuerza invisible que atrajera a aquellos celestiales a él. Se permitió el cerrar sus ojos con la alegría que lo inundaba, e identificó las posiciones de ambos emplumados; no parecían estar en posiciones cercanas uno del otro, aunque poco a poco comenzaban a moverse a un punto de encuentro.
Nicolás al levantar nuevamente sus párpados, se apoyó en el barandal del puente con ambos codos y se quedó a la espera, solo por precaución de que algunos de los dos seres angelicales lo detectara, bajó al mínimo su presencia vampírica, camuflándose así como un humano más entre tantos que pululaban a su alrededor, esperando el momento preciso para lanzarse, cual felino en medio de una cacería.
—Tal vez debería comprame un boleto de lotería… podría ser más millonario de lo que soy— Se dijo en voz alta y en coreano, haciendo que un turista a su lado lo quedara mirando por lo extraño que sonaba aquel idioma entre tantas voces italianas. Al fijar su mirada en aquel asombrado turista, Nicolás le regaló una simple pero deslumbrante sonrisa, haciendo que el humano parpadeara entre confundido y embelesado.
El establecerse en alguna zona de Italia, había sido más complicado de lo que le hubiera parecido, por lo mismo había terminado visitando diferentes ciudades, en búsqueda de la que más le acomodara, no teniendo resultados favorables todavía. Por lo mismo había viajado a Venecia en aquella oportunidad, sus opciones se iban agotando y su exigencia en gustos, hacían cada vez más complicada la elección.
Se había detenido sobre uno de los puentes que cruzaba el canal, observando al horizonte, más allá de la visión normal humana, cuando ambas auras aparecieron en su periferia, activando de forma inmediata sus sentidos y a la vez el júbilo que significaba diversión gratis. Como si fuera una fuerza invisible que atrajera a aquellos celestiales a él. Se permitió el cerrar sus ojos con la alegría que lo inundaba, e identificó las posiciones de ambos emplumados; no parecían estar en posiciones cercanas uno del otro, aunque poco a poco comenzaban a moverse a un punto de encuentro.
Nicolás al levantar nuevamente sus párpados, se apoyó en el barandal del puente con ambos codos y se quedó a la espera, solo por precaución de que algunos de los dos seres angelicales lo detectara, bajó al mínimo su presencia vampírica, camuflándose así como un humano más entre tantos que pululaban a su alrededor, esperando el momento preciso para lanzarse, cual felino en medio de una cacería.
Kim Junsu [Nicolás]- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 30/05/2015
Edad : 37
Localización : En una Isla remota
Re: Abierto | Conociendo más y más.
Mientras sus pasos se detenían, sus manos curiosas acariciaban lo que podían y lo que estaba completamente a su alcance, mientras que un leve suspiro escapaba de sus labiales conforme los minutos estaban pasando, aunque fuera de una manera lenta, pero al menos eso estaba haciendo que disfrutara bastante de aquella noche, aprovechando que pocas personas cruzaban por su camino entre otras cosas que seguramente pasaban por la mente del ángel. Sus dígitos se concentraron en tocar una columna que parecía agrietada por el tiempo, se preguntaba hacía cuanto los humanos habían construido un lugar así, ¿Se habían hecho remodelaciones? Tal vez le hubiera gustado estar en la tierra cuando Venecia estaba en sus épocas más, bueno, brillantes, por así decirlo. Sus pies nuevamente tomaron un rumbo lento para pasar por entre las calles, su mirada curiosa estaba de un lado a otro y los diferentes aromas que viajaban hacia su nariz solamente hacían que sus sentidos se embelesaran un tanto más a cada momento, no sabía si era del todo comida, alguna colonia, o simplemente un aromatizante para los hogares que estaban por ahí, pero sus sentidos disfrutaban de aquello, por lo que una tenue sonrisa se formó.
Conforme el tiempo pasaba y sus pasos le alejaban más de aquel lugar de inició, logró sentir una presencia que se le hacía familiar de cierta manera, energía completamente positiva, o al menos era lo que estaba sintiendo conforme este se acercaba y él también lo hacía. Su piel se erizó levemente y sintió un cosquilleo divertido, extraño y que nunca había sentido antes como ángel o en los meses que había estado en el cuerpo de TaeYong antes de salir de Corea; su mente solo estaba mostrando el hecho de que debía encontrar a ese hermano o hermana suya, tal vez podrían platicar, tal vez llevaba más tiempo que él ahí. —Uhm. . . ¿Amriel? —. Se preguntó a sí mismo conforme sus pasos le estaban guiando, entrecerrando sus parpados por aquello, la energía era conocida, pero no sabía cómo asimilarla con ese nuevo cuerpo que tenía. Dejó salir un nuevo suspiro y antes de que continuara con sus pasos, solamente escuchó un maullido leve, casi sin fuerzas, por lo que enseguida buscó con la mirada aquello y ahí estaba, era un pequeño gato, no tan sucio, pero se veía que estaba claramente lastimado, seguramente había sido dañado por alguien o algo similar.
—Ouwh. . . Todo estará bien—. El minino miró al chico, mientras este se acercaba, ya que el encontrar a su hermano había pasado a un segundo plano, puesto a pesar de que los humanos fueran la principal prioridad, Jeliel siempre era conmovido por todas las criaturas, obra del gran Creador. Su divinidad se extendió los completos tres metros y supo que el minino había sido calmado con eso; observó hacia ambos lados para saber que nadie se estaba acercando, para así únicamente llevar sus manos directamente hacia el cuerpo del minino, cerró sus ojos y dejó que su energía divina hiciera efecto, comenzando a reparar los daños en el cuerpo del pequeño gato, sanando a este por completo, por más tiempo que le tomara.
Conforme el tiempo pasaba y sus pasos le alejaban más de aquel lugar de inició, logró sentir una presencia que se le hacía familiar de cierta manera, energía completamente positiva, o al menos era lo que estaba sintiendo conforme este se acercaba y él también lo hacía. Su piel se erizó levemente y sintió un cosquilleo divertido, extraño y que nunca había sentido antes como ángel o en los meses que había estado en el cuerpo de TaeYong antes de salir de Corea; su mente solo estaba mostrando el hecho de que debía encontrar a ese hermano o hermana suya, tal vez podrían platicar, tal vez llevaba más tiempo que él ahí. —Uhm. . . ¿Amriel? —. Se preguntó a sí mismo conforme sus pasos le estaban guiando, entrecerrando sus parpados por aquello, la energía era conocida, pero no sabía cómo asimilarla con ese nuevo cuerpo que tenía. Dejó salir un nuevo suspiro y antes de que continuara con sus pasos, solamente escuchó un maullido leve, casi sin fuerzas, por lo que enseguida buscó con la mirada aquello y ahí estaba, era un pequeño gato, no tan sucio, pero se veía que estaba claramente lastimado, seguramente había sido dañado por alguien o algo similar.
—Ouwh. . . Todo estará bien—. El minino miró al chico, mientras este se acercaba, ya que el encontrar a su hermano había pasado a un segundo plano, puesto a pesar de que los humanos fueran la principal prioridad, Jeliel siempre era conmovido por todas las criaturas, obra del gran Creador. Su divinidad se extendió los completos tres metros y supo que el minino había sido calmado con eso; observó hacia ambos lados para saber que nadie se estaba acercando, para así únicamente llevar sus manos directamente hacia el cuerpo del minino, cerró sus ojos y dejó que su energía divina hiciera efecto, comenzando a reparar los daños en el cuerpo del pequeño gato, sanando a este por completo, por más tiempo que le tomara.
- Habilidades empleadas:
- Divinidad.
Se le llama así a la energía infinita de Dios de la cual un ángel está compuesto. Esta se encuentra siempre presente en el ser de luz como una delgada capa invisible para los ojos humanos y de algunas otras criaturas que cubre el cuerpo del ángel. Hace sentir terriblemente incómodos a los seres de energía oscura, ya sea que lo sean por naturaleza o que se encuentren en proceso de corrupción, incluso un humano con inclinaciones malignas se siente inquieto y nervioso al lado de esta energía. El ángel tiene la capacidad de extender esta energía y crear una esfera divina a su alrededor de un radio considerable.
- La divinidad NO ES una barrera protectora. Hará sentir mal a ciertos oponentes y en el caso de algunos demonios débiles podría expulsarlos con una onda de su energía, pero no podrá evitar ataques de larga distancia ni impedir proyectiles ya que no se trata de algo físico.
- La divinidad NO PUEDE ser usada de manera concentrada ni redirigida como si fuese un rayo.
- La divinidad funciona en diferentes razas puras de la siguiente manera: [En construcción]
- La esfera de divinidad de cada ángel tiene los siguientes radios dependiendo del nivel del ángel:- Ángel: 3 metros.
Curación & Regeneración.
Un ángel tiene la capacidad de transmitir su energía divina hacia otro ser, concentrándola en las yemas de sus dedos o en toda la palma de la mano dependiendo de la extensión de la herida y, de esta manera, ir regenerando los tejidos dañados y reparando los huesos rotos. Es muy importante recalcar que no pueden hacer crecer un miembro nuevo, solo sanar la herida que se haya formado de la perdida del mismo.
Igualmente, puede curarse a sí mismo. Si son rasguños o heridas superficiales, se curan al instante, sin embargo, si se trata de cortes mucho más profundos, dislocaciones, fracturas, dependiendo de la gravedad de la herida puede tomarle a un ángel hasta un día o dos sanar completamente. Este proceso se ve acelerado su otro ángel ayuda en el acto. - Ángel: 3 metros.
TaeYong [Jeliel]- Mensajes : 62
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Edad : 28
Re: Abierto | Conociendo más y más.
Siguió buscando, guiado por las sensaciones que despertaba su hermano, el ser que era tan igual como él mismo y que sin duda, se alegraría al verlo. Las personas a su alrededor, pasaban sin tomarlo mucho en cuenta, era una persona más que caminaba o más bien, corría por las calles buscando a alguien. Por unos instantes, le pareció que la hermosa ciudad era más brillante, sentía correr por su cuerpo la sangre de Jin, impregnada de su mando celestial y el corazón a mil, ¿podría su humano corazón contener su alegría?
De repente, sintió una golpe de paz, una emanación poderosa que provenía de un lugar cercano, no más de 2 metros de donde se encontraba. No había pensado en como se vería su hermano, por lo que, al acercarse a la fuente de dicha emanación, se sorprendió al encontrarse con un niño. Si bien, él no era un adulto completamente, al ver al joven sintió una alegría total, una sensación de explosión en su cuerpo. Supo pronto que era debido a la emanación de divinidad de su hermano y al acto de bondad que realizaba con aquel gatito. Sin dudarlo, se acercó, mirándolo con el más profundo amor, uno que solo dos seres del señor podrían conocer.
- Siempre tan caritativo Jeliel...- le dijo suavemente, sin saber exactamente como conocía su nombre, pero seguro de que aquel ser de luz, se llamaba de esa forma. Sonrió con alegría y lo miró con cuidado, inclinándose para ayudarle si es que lo necesitaba- ¿qué le ha pasado? ¿puedo ayudarte en algo? -preguntó amablemente, con una sonrisa brillante en los belfos, que irradiaba calidez y amabilidad. Todas las criaturas eran hijas del padre y su misión era protegerlos, si, esa era la misión de todos los seres angélicos que estaban encarnados en la tierra.
JongJin Won [Amriel]- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 13/05/2015
Re: Abierto | Conociendo más y más.
Ya no solo apoyaba sus brazos en el barandal, incluso su cuerpo y sobre sus manos se encontraba su mentón. Definitivamente estaba disfrutando de la película. Tanto disfrutaba, que hasta incluso podría mover sus pies, como niño que colgaba del puente. Pero no lo haría. Había límites, incluso para un rebelde como él. No le importaba los humanos, eso estaba claro. ¿Pero si de alguna forma se encontraba con un familiar? Y por familiar hablaba de uno de los suyos, de esos que todavía no había buscado. Se permitió sonreír con sorna al ver como uno de los pollos se preocupaba de un gato callejero. Lástima angelical. Siempre serían así, gastándose por cosas inútiles en vez de preocuparse por cosas de verdad.
Rodó sus ojos cuando se acercó el segundo pollo, claro, el gato importaba más. — Ya sé… tú también te diviertes al mandar a los más idiotas… Bien jugado. —Pronunció mirando hacia el cielo, creyendo hablar directamente con quién los pollos llamaban creador. Quién sabe… Quizá hasta le estuviera escuchando. Por lo cual guiñó al cielo mientras sonreía y lo apuntaba con sus índices. Al bajar la mirada hizo un ademán que podría ser cansancio de ver algo tan… pobre. — Esto necesita diversión… ¿Verdad?— Le preguntó a una señora que pasaba por su lado, señora que sorprendida solamente asintió a aquel “turista loco” que le hablaba. — Ya me caen mejor los italianos… ellos sí saben de diversión. —Habló en voz alta luego de recibir la respuesta esperada.
Juntar sus manos al frente y hacer sonar sus nudillos, era su forma de preparación. Una vez listo, se concentró. Lo primero era lo primero, demostrarles a los pollos como tratar a los animales y ello lo sabía bien, manipulaba a los seres inferiores a su conveniencia, por lo cual con un simple maullido de su parte serviría para que el animal que estaban curando se escapara de ellos y viniera a su encuentro. Tan fácil como eso al utilizar una de sus habilidades. El maullido fue casi imperceptible pero lo suficiente para ser escuchado por el gato y su capacidad auditiva superior a la de los humanos, yendo al encuentro del vástago que lo había llamado.
Lo siguiente, era algo que no hacía hace ya mucho tiempo y es que no se había dado la oportunidad ni la había necesitado, pero creía que ese momento era el adecuado. De un solo movimiento abrió sus brazos a los costados y de un salto se paró sobre la baranda del puente soltando una carcajada más fuerte de lo normal. Solo era necesario que pensara en ello, en la Majestad que estaba imponiendo. Los humanos que pasaban a su lado en vez de asustarse por su presencia, quedaban asombrados, como si estuvieran viendo a un integrante de la realeza. Así como los demás humanos que detuvieron su andar, contemplando a la figura que se encontraba de pie y que gracias a la brisa, hacía que su ropa se meciera al viento. Y Nicolás con aires de superioridad, se dedicó a sonreír, mirando directamente hasta donde estaban los pollos. ¿No se esperarían algo así, verdad?
Rodó sus ojos cuando se acercó el segundo pollo, claro, el gato importaba más. — Ya sé… tú también te diviertes al mandar a los más idiotas… Bien jugado. —Pronunció mirando hacia el cielo, creyendo hablar directamente con quién los pollos llamaban creador. Quién sabe… Quizá hasta le estuviera escuchando. Por lo cual guiñó al cielo mientras sonreía y lo apuntaba con sus índices. Al bajar la mirada hizo un ademán que podría ser cansancio de ver algo tan… pobre. — Esto necesita diversión… ¿Verdad?— Le preguntó a una señora que pasaba por su lado, señora que sorprendida solamente asintió a aquel “turista loco” que le hablaba. — Ya me caen mejor los italianos… ellos sí saben de diversión. —Habló en voz alta luego de recibir la respuesta esperada.
Juntar sus manos al frente y hacer sonar sus nudillos, era su forma de preparación. Una vez listo, se concentró. Lo primero era lo primero, demostrarles a los pollos como tratar a los animales y ello lo sabía bien, manipulaba a los seres inferiores a su conveniencia, por lo cual con un simple maullido de su parte serviría para que el animal que estaban curando se escapara de ellos y viniera a su encuentro. Tan fácil como eso al utilizar una de sus habilidades. El maullido fue casi imperceptible pero lo suficiente para ser escuchado por el gato y su capacidad auditiva superior a la de los humanos, yendo al encuentro del vástago que lo había llamado.
Lo siguiente, era algo que no hacía hace ya mucho tiempo y es que no se había dado la oportunidad ni la había necesitado, pero creía que ese momento era el adecuado. De un solo movimiento abrió sus brazos a los costados y de un salto se paró sobre la baranda del puente soltando una carcajada más fuerte de lo normal. Solo era necesario que pensara en ello, en la Majestad que estaba imponiendo. Los humanos que pasaban a su lado en vez de asustarse por su presencia, quedaban asombrados, como si estuvieran viendo a un integrante de la realeza. Así como los demás humanos que detuvieron su andar, contemplando a la figura que se encontraba de pie y que gracias a la brisa, hacía que su ropa se meciera al viento. Y Nicolás con aires de superioridad, se dedicó a sonreír, mirando directamente hasta donde estaban los pollos. ¿No se esperarían algo así, verdad?
- Sistema de Batalla:
•La llamada:
Ahora los animales responden cuando los llamas, puedes convocar a casi cualquier especie hacia ti.
Sistema: (Tabla de cantidad de puntos) Para hacerlo se debe cantar con la voz del animal en cuestión: aullar como un lobo, ladrar como un perro… Eso sí, sólo se puede hacer una llamada a la vez, no se puede llamar a más de una especie, y no se puede cancelar la llamada un vez hecha. Los animales que vienen no tienen obligación de hacer caso, si bien suelen mostrarse amistosos con la llamada.
Duración: 3 turnos, para volver a invocar animales es necesario que pasen 2 turnos más.
Puntos de sangre gastados: 1 / Animales convocados: 1
•Majestad:
Se te respeta y teme de forma casi universal. A menos que los mortales o incluso los Vástagos se paren a reflexionar sobre sus sentimientos hacia ti, es probable que te traten con respeto sin pensarlo conscientemente. De hecho, tu sola visión hace que la gente quede boquiabierta de asombro e incluso los más valientes te teman. Simplemente pareces tan imponente que nadie pensaría siquiera en contrariarte, y menos aún en desafiarte físicamente. Nadie te atacará ni te dañará de ninguna forma mientras no se resistan a los efectos de la Majestad.
Sistema: Sólo con pensarlo se activa la habilidad. Para mantener activa Majestad se necesita gastar 1 punto de sangre por turno. Cuando se consigue nivel 6 de Presencia deja de gastar puntos de sangre.
______________
Puntos de sangre: 80
La llamada: -1
Majestad: -1
Punto de sangre restantes: 78
Kim Junsu [Nicolás]- Mensajes : 23
Fecha de inscripción : 30/05/2015
Edad : 37
Localización : En una Isla remota
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Eternal Exile Rol :: Italia :: Venecia
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