Kim JaeJoong [Vampiro]

Jaejoong es un Hombre alto y delgado de espalda ancha, su caminar es recto  y derecho, como todos sus movimientos, es una persona sigilosa de caminar ligero,  que busca pasar desapercibido cuando no quiere ser notado por las demás criaturas. Su cabello color chocolate es ligeramente ondulado, aunque a veces busca arreglarlo de diferentes maneras y de diferentes tonos, pues no le gusta lucir siempre igual  ya que es algo vanidoso, su tez es pálida tirando a oliva de acuerdo a su ascendencia asiática. Sus ojos razgados  son  azules grisaseos, pero se tornan violetas cuando tienen necesidad de beber, su rostro se asemeja a una porcelana fina frágil y delicada, es un rostro digno de ser retratado en una pintura. En su cuerpo hay diferentes marcas de Tinta, cada una marcando momentos especiales  y memorables de su vida, pero que nadie hasta el momento ha podido ver jamás. sus manos son largas y delgadas, perfectas para tocar el Violín y cualquier otro instrumento músical.




Antes de ser lo que soy ahora. Yo era un hombre de clase media alta,  estaba en un estatus con el que mis padres nunca estuvieron conformes, pero del cual yo nunca me quejé, hacia lo que me gustaba, vivía con lo que tenía y así era feliz, trabajaba como Violinista en la Sinfónica de Seul,  mi sueño siempre fue ser primer violín de aquella aclamada orquesta. No era un trabajo muy bien remunerado, pero era suficientemente bueno para poder vivir y darme unos cuantos lujos; de igual manera esto no era lo que a mi me importaba, en realidad lo que me llevaba a conservar ese trabajo, bastante difícil de conseguir por cierto, era que podía hacer lo que más amaba  y aun amo en el mundo: "Música".

Desde muy chico había tenido un gusto especial por el arte. Miis padres, siempre fueron personas de la alta sociedad, destacados por sus negocios y la capacidad que tenían por hacer dinero, la gente les conocía y siempre buscaban la manera de ser cercanos a ellos, era como si juntarse con mis padres les diera estatus... y para ser franco esto a mi nunca me gustó, sentía que era un actuar hipócrita, además de interesado. Siempre desprecie esta manera de ser de las personas de alto status social, todos una parranda de crecidos y falsos,  pero fue algo que me guarde en mi interior hasta el día de mi muerte.

Mis padres  eran personas de clase, de esas que se reunían en los lugares de culto, llámense teatros u óperas, iban a pasar su tiempo de ocio y a verse  con lo que ellos llamaban sus "amigos" Aunque yo realmente no podía llamarles de esa manera; para mi ellos eran más bien la  gente de alta sociedad, gente con la que nunca quise mezclarme.

Prácticamente desde que estaba en brazos,  mis padres me llevaban a estas reuniones, querían que desde muy pequeño me relacionara con las buenas gentes y conociera a las personas de mi futuro. Las fiestas  a las que ellos acudían no me gustaban, al contrario me aburrían, pero disfrutaba mucho cuando me llevaban a ver a la sinfónica, el teatro, la ópera también me encantaban, toda  la Música en general  era lo que despertaba mis sentidos, podría decirse que  fui criado escuchando a Vivaldi, a Beethoven, a Mozart a Wagner,  a Chopin, a Tchaikovsky en entre otros, pero sin duda quien siempre fue mi modelo a seguir, fue el Maestro Joan Sebastian Bach.

A los 5 años,  lo recuerdo tan vivido y lúcido como ningún mortal puede recordar, para  el dia de mi cumpleaños me regalaron mi primer violín; mis padres se encontraban en un  viaje de negocios en italia y  por cuestiones que nunca conocí, estaba muy pequeño para comprender, no alcanzaron a llegar a casa para mi día, pensé que ellos lo habían olvidado,   pero en compensación a esto me dieron el mejor regalo que  en la vida alguien me hubiese podido dar. Mis Padres  me eviaron  a  “Devian”  mi primer stradivarius. Con el que aprendí realmente el significado de la música. Mi primer compañero, mi primer amigo verdadero, mi escuela, mi arte, mi todo, en eso se convirtió Devian en los primeros años de mi Juventud.

A pesar de tan maravilloso regalo, creo que a partir de esa fecha nunca volví a esperar a mis padres. Nunca les perdone el  no haber estado conmigo para esa fecha, ni para las siguientes en las que se ausentarían; aún hoy siento que para ellos, yo no fui más importante que sus negocios,  eso martirizo toda mi infancia y me llenó de dolor, dolor que aprendí a mitigar con la ayuda de Devian mi mejor amigo, mi única compañía, mi cómplice y mi amante de infancia.

Mi Infancia no fue una infancia rodeada de niños como yo, yo fuí educado en casa por los mejores tutores de todo Bruselas, aprendí, Matemáticas, Ciencias, Historia,Geografía filosofía y claramente bellas artes idiomas y Música, de todas esas las últimas fueron las clases que yo más amé, aunque en todo lo demás también fui un alumno destacado y sobresaliente. Las únicas oportunidades en las que podía compartir con gente de mi edad, eran las reuniones sociales, a las que siempre iba en compañía de mis padres, pero a decir verdad sentía que esos niños no se parecían a mi en absoluto, siempre supe que yo, a diferencia de ellos tenía algo especial, o bueno tendría algo especial.

Fui una persona solitaria en mi adolescencia, y solo me enamoré una vez. Fue algo bonito pero algo corto, pues nunca fui capaz de declarar mi amor por ella. lo mío nunca fue hablar con las demás personas, mi manera de  ser solo me permitía expresarme a través de mi música, los cifrados para violín eran mi idioma.  Aquel primer amor, fue un  chica a la que vi  por primera vez actuando en un teatro, quedé prendado a su belleza cuando apenas tenía 14 años,  ella inspiraba mi música  y desde ese momento fue que comence a componer en forma,  aunque para ser sincero, nadie nunca escucho lo que escribí aparte de mi mismo y mi maestro,  nadie escuchó  mis composiciones en vida.

Cuando fui un poco mayor, apliqué  al conservatorio de música de mi país. Al tener un formación de casi 15 años  en el campo, entré rápidamente y me posicioné como uno de los mejores alumnos del lugar. fui alumno distinguido desde el primer momento en la escuela y esto me llevó en un futuro  a ser  contratado como Violinista de la Sinfónica sin mucho esfuerzo.  Mis padres nunca lo vieron con buenos ojos, pues ellos esperaban que yo fuera más que un simple artista. Amaban la música también, pero no como para que su hijo y heredero se dedicase a ello de por vida. querían hacer de mi  una maquina productora de dinero, al igual que lo era ellos.

Teniendo 28 años de Edad y estando muy cerca de conseguir el más grande sueño que había tenido en toda la vida, ocurrió lo que nunca me esperé, la maldición y la bendición a la que mi vida había estado destinada desde un comienzo. El día de mi muerte y de mi nuevo nacimiento. el viaje que cambiaría mi ser.


Aun lo recuerdo muy bien, Noviembre de 1923, La Sinfónica de Brusela se presentaba en el coliceo Romano como  una de las invitadas al Festival de Música Clásica más importante de todo Italia, fuimos la Penúltima banda en presentarse en la noche del cierre del festival, justo antes de que la Filarmonica de Roma hiciera el cierre oficial del evento y justo antes de que mi vida, o mas bien mi muerte dieran un giro.

El coliseo se había apagado y todos los músicos se dirigian a sus respectivos hoteles y viviendas despues de aquel grandioso  dia. Yo por mi parte me quede unos minutos mas luego de finalizado el evento, pues tengo como costumbre simpre hacer una especie de "ritual" de limpieza y mantenimiento de mi violin luego de cada presentación. todo el mundo ya había salido y mis compañeros de la Sinfonica  ya se habían marchado para el Lugar de descanso. ya conocian mi mania  tan bien que nisiquiera se molestaban en preguntarme si les acompañaria a cenar luego del evento.

Luego de terminar con mi amigo el violín, Lo guardé en su estuche especial y me lo eché al hombro  para salir de tan maravilloso recinto. Nuestro Hotel quedaba a unas pocas cuadras de distancia así  que no le vi problema en llegar caminando total la distancia era corta, a lo mucho  pensé que me tomarían 20 minutos, Pero esos 20 minutos  se conviertieron en unos 120 años ... Pues nunca más regresé al Hotel despues de aquel  día, nunca regresé a mi país Natal  después de lo ocurrido. Esa  noche cuando iba caminando para el hotel de repente todo se torno muy silencioso, yo debía cruzar un pequeño pasaje angosto y antiguo entre dos edificios antes de llegar a la calle frente al Hotel pero algo me detuvo, algo me lanzó de golpe contra el muro haciendo que me separara de mi violín dejándolo caer al suelo. me golpeé  en la cabeza y caí sobre mi brazo, sentí mucho dolor en ese momento,  el brazo se me partía en dos   y  yo  solo recuerdo que un rostro joven y pálido se acercó hasta mi, un rostro que jamás he vuelto a ver desde aquel incidente  y un rostro que nunca podré olvidar. El dolor del brazo me estaba matando y se hacía más intenso, me sentía indefenso ante aquel personaje que se acercaba a mi, el miedo me invadía pero no podía moverme, las piernas no me respondian  y él solo se acercaba más. Mis ojos se llenaban de pánico al verle, él solo esbozaba una silenciosa sonrisa y se relamía los labios mientras fijaba su rostro en alguna parte de mi cuerpo. Yo estaba paralizado y me sentí desmayar hasta que  un ardor en mi cuello comenzó a aparecer y me despertó de golpe. Aquel sujeto me sostenía de las muñecas y succionaba mi cuello como una sanguijuela,  yo cada vez me hacía más débil, por más que trataba de luchar, mi cuerpo no respondía, la fuerza de aquel sujeto era   incomparable y yo solo estaba muriendo entre sus brazos. Sentía que  me drenaba completamente dejándome como un saco de huesos vacío y sin vida, me sentí muerto , creí que ese seria mi ultimo día de vida y a decir verdad estaba en lo correcto, después de aquello jamás pude ser una persona viva otra vez.

Cuando mi corazón estuvo apunto de dejar de latir y mi conciencia estaba más en el otro mundo,  sentí como unas cálidas gotas caían sobre mis labios y se colaban por mi garganta. Su sabor era metálico y salado y quemaba. Aquel líquido  empapaba toda mi lengua y se acumulaba en mi garganta, Ardía,  pero era un ardor  que se sentía bien, un ardor que quería seguir sintiendo. Aquel sabor salado  me gustaba, se hacía cada vez más necesario para mi, quería más de aquel líquido que desconocía pero que volvía a llenar de vida y de energía mi cuerpo casi inerte.  Las ganas de beber de aquel líquido grueso  se intensificaban mientras que el último chorro caía entre mi boca. trague.

Todo mi cuerpo comenzó a doler,  sentí como si todos mis huesos crecieran nuevamente y como si aquel brazo roto  se reparara  en segundos, aún no era consciente de lo que pasaba, ni de qué o quién era aquella  cosa que me había atacado, solo era consciente del dolor que estaba sintiendo, solo era consciente de que mi cuerpo ya no se sentía ni era como el de antes. El dolor era casi insoportable, y la oscuridad de la noche ocultaba todo ese dolor que  se propagaba por todo mi ser y velaba el cambio que se estaba presentando en mi.

La inconcienscia duro casi una hora  y el dolor dejo de sentirse casi al mismo tiempo en el que volví a mis sentidos. No entendia que era lo que estaba pasando, no entendia porque mi garganta quemaba tanto, solo recordaba aquella sonrisa que había visto junto antes de quedar tendido en el piso casi muerto.  Esa sonrisa que hasta el día de hoy no he vuelto a ver.

Esa noche mi cuerpo había cambió. Mi piel se sentia dura como la piedra y lisa como el marmol  mi cuerpo era ligero como una pluma, mi brazo roto ya no lo estaba y ya no dolia, mis ojos veian diferente ahora, todo era nuevo, sentia que podia persivir más cosas de las que antes no notaba a simple vista, era como si me hubiesen quitado la venda con la que había nacido, casi que podia sentir con los ojos, casi que podia oler  a kilometros, Mi garganta quemaba como nunca, necesitaba beber... Tenia sed.

No entendía muy bien en lo que me había convertido, solo sabía que tenia que saciar mi sed en ese momento, necesitaba beber con urgencia  pero no sabia a ciencia cierta que era lo que deseaba, hasta que la tuve en frente y vi la vena de su cuello palpitar. esa noche tome a mi primera victima, esa noche asesine por primera vez a un ser humano. una prostituta que rondaba las oscuras calles de Roma al amanecer.

Despues de 120 veinte años del insidente, sigo aqui en Italia, buscando a mi creador, a aquel hombre  bestia que  tomo mi vida y me dio el don de vivir en la muerte sin ninguna explicación ni guía. Sigo aqui en Italia disfrutando de lo que nunca deje de querer y amar, de lo único que sentí mio a lo largo de mi vida Humana, Sigo aqui solitario con la colección de violines que he hecho durante estos años, la musica que compongo dí tras día  y que interpreto para los humanos en comenpesación por todas las vidas inocentes que tomé cuando aun era una bestia sin control. sigo aqui como un extranjero a los ojos del mundo, pero como un Nativo a los ojos de mi raza.


Lo que le gusta/odia: Ama:  Música, Arte, El violín, la lectura y los idiomas  Odia: Sentirse abandonado,  sentires vulnerable, mostrar sus sentimientos

Miedos/Fobias:  Teme  confiar en las personas y que estas le lastimen.
Otros: (opcional).