Kang Seulgi [Hombre Lobo]

Apodos: Seulgibear

Edad: 21 años

Orientación Sexual: Bisexual.

Nacionalidad: Surcoreana.

Raza: Hombre Lobo

Personalidad: La joven bailarina tiene una personalidad muy sociable; le gusta rodearse de amigos de diversos tipos, desde para contar las penas hasta para ir a fiestas. Le encanta conocer gente nueva y distinta. Es una chica muy expresiva en todos los sentidos: los gestos de su rostro, los movimientos de su cuerpo y, por supuesto, la forma en que comparte sus emociones y pensamientos, pareciera alguien dispuesta a entrar en contacto genuino con los demás.

A pesar de ser una persona muy energética que contagia su vitalidad a los demás, también es alguien muy responsable. Siente un peso particular de las expectativas que su familia ha puesto en ella y, sobre todo, de las que ella misma se ha impuesto. No solo quiere volverse una gran bailarina y futura coreógrafa profesional, sino que desea convertirse en un ejemplo de vida. Por esta razón, se balancea frecuentemente entre permitirse vivir con intensidad las experiencias que se le presenten, y tratar de tomar las mejores decisiones para alcanzar su sueños y objetivos.

Tal vez es gracias a este punto intermedio que ha aprendido a distinguir mejor la bondad y la maldad, por lo menos la que ella percibe, y eso hace que sea alguien que defienda tanto sus propios derechos como el de los demás. No se queda callada ante el abuso de cualquier tipo, aunque eso ya le haya causado meterse en varios problemas desde pequeña. Tiene muy poca tolerancia a las injusticias; eso es que le ha causado sufrido en la vida más de una vez, pues "injusticias" parecieran brotar en todo momento y lugar.

A pesar de todo, Seul Gi ha aprendido a lo largo de la vida a controlar esa ansiedad/estrés a través de una sano ritmo de ejercicio, además de disfrutar en sus momentos pasivos de buena animación japonesa.

Apariencia: Seulgi siempre ha sido una chica de mirada enigmática, de esas que parecen atraparte en otro mundo cuando observas sus bellos ojos oscuros. A pesar de ser un hombre lobo, en realidad poseía un atractivo más similar a lo felino, con movimientos ágiles y fluidos. Su tono de piel era claro aunque con un ligero toque a "latte". Siempre podías ver una sonrisa salir de ella con facilidad, aunque contemplarla en sus estados de serenidad podría ser igual o más cautivante aún. Su cabello era largo y lacio, parecía tener vida propia por la forma en que siempre se acomodaba con liberal belleza; su color natural es negro, aunque en realidad le gustaba jugar con su estilo así que siempre había la posibilidad de experimentar. Media 1.64 metros de estatura, que era algo promedio en Corea del Sur, aunque se veía algo baja en comparación a las europeas. Eso, por supuesto, la tenía sin cuidado. Su complexión era esbelta pero atlética, era obvio que mantenía su cuerpo tonificado con su gusto por el baile y el ejercicio.

No es de extrañar que los padres siempre quieran que sus hijos sigan sus pasos, y hasta lleguen a superarlos. Por supuesto, para eso deben "seguir el camino señalado". Fue así que Seul Gi desde muy pequeña estuvo rodeada de una estimulación bastante intensa con respecto al arte de la familia: la música.

Tal vez fue por eso mismo, o porque ya lo traía innato, que pronto se dieron cuenta de que la pequeña Seul Gi tenía algo muy preciado para el mundo de la música: oído absoluto. Reconocía los sonidos, las vibraciones, de una forma tan clara que era impresionante. Por tanto, aprender a tocar instrumentos musicales de forma profesional era el siguiente paso marcado en el sendero de sus padres, quienes no dudaron ni por un segundo en meterla a la mejor escuela de bellas artes que pudieran; y de paso a un par de actividades extracurriculares extra como todo buen niño sobredotado.

Una de esas clases fue ballet, y ahí fue donde su vida dio un cambio definitivo. No es que no le gustara tocar música, pero vivirla y expresarla a través del propio cuerpo fue lo que le dio la mayor felicidad de todas. Tocar un instrumento era relativamente fácil para ella, pero el baile le mostraba un constante reto, lo que le hacia sentir que iba escalando cada vez una montaña más y más alta.

Fue una ola imparable, por más que sus padres intentaron que entrara al mundo de la música lo único que Seul Gi hizo fue meterse más en la danza. Primero el ballet, pero luego incursionó en tantas formas de baile como le fue posible, destacando en cada una de ellas. Terminó por estar segura que eso quería seguir haciendo a lo largo de su vida.

Toda su infancia y pubertad se desarrollo entre la "normalidad", con sus altas y bajas. Hasta un día particularmente soleado de verano, cuando tenían que presentar un performance final de su academia de danza; Seul Gi tenía 14 años entonces. Habían practicado mucho para ese momento, y se rumoreaba que un agente del entretenimiento iba a estar presente ese día para cazar talentos jóvenes. Nunca había sentido tanto nerviosismo en su vida: el estrés, la ansiedad, el intenso calor, la luna llena que se alzaría esa noche, todo pareció conformar una alianza perfecta para despertar aquello que estaba latente en la genética de la adolescente.

Nunca presentó aquel performance. Lo que sucedió ese día aún es borroso en su memoria, pero su padre se acuerda muy bien. Siguió a su hija cuando la vio correr con desesperación hacia las calles. De lo que aconteció después, él se encargó de que nadie más supiera.

Los recuerdos nebulosos, llenos de cosas nuevas que saturaban sus sentidos y todo su cuerpo, fueron poco a poco siendo remplazados por explicaciones serenas de su padre, quien sabía perfectamente lo que le estaba pasando: su transformación a lo que en verdad era, una Hombre Lobo. Le explico quiénes eran ellos, de dónde provenía, qué cambios iba a tener y qué podría implicar en su vida. Al principio, como todo, Seul Gi lo vivió como algo en extremo confuso, negándose en un principio a su realidad. Pero el tiempo es un gran aliado y le permitió una transformación no solo física, sino mental y emocional. Ahora no solo aceptaba quien era, sino abrazaba con alegría lo que la vida le había regalado.

Cuando fue tiempo de entrar a la universidad, acordó con sus padres el ir a estudiar a una prestigiada escuela en Italia para continuar con su sueño. Fue así que llegó a ese país hace 4 años. Ahora se alza como una de las mejores promesas en el mundo del baile en el medio artístico, ya siendo contratada numerosas veces como bailarina, labrando su camino como coreógrafa.

Encontró a Yuri ya hace tiempo y fue un enlace inmediato con la mayor, algo en ella la reconoció como esa gran Alfa y la mancuerna que formaron la llevaron, poco a poco y a paso firma, a convertirse actualmente en su Beta.

Lo que le gusta/odia: Gustos: Animación japonesa, hacer ejercicio al aire libre, bailar, tocar la guitarra, aprender japonés. || Disgustos: La injusticia, el abuso, el exceso de estrés.

Miedos/Fobias: De forma paradójica, sufre de pánico escénico el cual trata de superar cada vez que presenta un performance en público.

Otros: Es la mano derecha, "secretaria" de Kwon Yuri en aspectos relacionados a la raza, lo que se conoce como "Beta". Su inclinación es Earth.

Good girl!

Bienvenida, mi Beta favorita (Hasta ahora) , espero que estés lista para todo..