| ABIERTO | Gotta catch 'em all!

-Te escuchas cansado, ¿estás comiendo bien? Respóndeme bien, que te hayas escapado lejos no  significa que ya puedes ser maleducado conmigo. Eso mucho mejor.

La nostalgia del hogar y los eventos ocurridos le habían hecho marcar a su madre directamente, siempre se había comunicado con su hermano mayor por comodidad de no escuchar las lágrimas y regaños, ni súplicas a las que posiblemente hubiera terminado accediendo (su hermano le decía todo eso... pero sin llantos, eso hacía todo más fácil). Además, también era más fácil mentirle a su hermano que mentirle a su madre… ‘Alimentarse bien’, que respuesta más incómoda y difícil para dar.

-Mamá, ya debo colgar, tengo turno pronto. Si, si… Hablaré pronto. Cuídate.

Se sentía mal de decirle tantas mentiras juntas.

No sabía ni él mismo si está alimentándose bien. Desde aquella noche en que salió a demostrarle a su “creador”que no necesitaba beber sangre ni matar a alguien para eso… No quería ni recordar aquella noche mientras aún tenía la voz de su madre en la cabeza. No sabía como estaba haciéndolo, pero había estado alimentándose de personas, dejándoles inconscientes en la calle, olvidándose cada vez más rápido del remordimiento de que pasaría con ellos aun cuando no les hubiera arrebatado la vida el mismo. Y el trabajo… Había ido un par de días solamente, después tuvo que pedir permiso para faltar un tiempo o terminaría con una verdadera matanza de tantos personas oliendo demasiado bien y encerrados.  Cínicamente aquello era bueno: ahora que no debía preocuparse por comprar comida tenía más oportunidad de ahorrar y gastar en otras cosas.

Debía acostumbrarse pronto a estar rodeado de personas, controlarse para poder tener una ‘vida’ normal. Pasear por Nápoles era buena idea, desde que había llegado a Italia no se había tomado la molestia de visitar o solo pasar el rato. . . Aunque no estaba precisamente paseando. Se había sentado en cualquier lugar de la primera plaza que se encontró, con su consola en las manos y empezando a usar por primera vez siempre había tenido curiosidad de jugar y nunca encontraba un momento para volverse “vicioso”: Pokémon Omega Ruby. Quería eso que la gente decía que era absorberse con el juego, alejar su mente de lo demás...Y no sabía si iba por buen camino, no creía que era bueno en eso, se había tardado mucho en escoger el pokémon para ayudar al señor del juego…

Oh, con que ese pollito que lanzaba fuego sería su primer pokémon. Interesante. . .

Ya se había tardado un rato en escogerle el nombre a su personaje, creyó que ya estaría  prediseñado eso. Terminó poniéndole “White”,  así era como le llamaban algunos en el trabajo, sonaba bastante bien para ocuparlo. Y ahora  debía ponerle nombre a su pollo, bueno, a Torchic…  Repasando varias veces en su cabeza terminó llegando a uno que le podía quedar, si es que evoluciona a algo menos...bonito.  Calcifer debía evolucionar pronto.

En otras circunstancias hubiera sido normal que  se hubiera dado cuenta que alguien estuviera detrás de él mientras se encontraba tan absorto en las indicaciones que le iban dando en la historia del juego.  Más no fue así;  no le sintió ni llegar...era sin duda alguien más ágil y veloz que él, y al parecer alguien que no le interesaba mucho el cuidadoso en sus movimientos como SuHoon lo había estado siendo.

-¿Ah?-La pregunta le tomó por sorpresa, hasta le alertó. Cuando volteó y fue consciente de la presencia ajena es que  se dio cuenta que se encontraba con alguien que también pertenecía  su misma especie, no solo porque no le había sentido acercarse, sino que desprendía una presencia parecida a la suya-Ah...en la pantalla de arriba, es donde todo va pasando; la pantalla de abajo son solo para dar instrucciones al pokémon y sacar cosas que utilizas  en el juego-Hasta ahora era lo que más tenía claro del juego, el funcionamiento de todo.  Como ya habia llegado hasta la parte en que iba a enfrentarse con la chica llamada Aura, podría explicarle a su nuevo conocido como es que funcionaba lo de las pantallas-Mira, es así…  -En la pantalla de abajo había un “botón” en grande que decìa ‘Luchar’, el cual dio clic con el lápiz tactil,  debía elegir un ataque, y escogió la última habilidad que había hecho aprender a su Calcifer: Ascuas; fue dar click ahí para que en la pantalla de arriba  el pokémon hiciera lo que le había mandado,...¡Oh!, estaba lanzando fuego, bueno, debía ser obvio por el color que sería un tipo así-Genial, debería existir algo así…-Medio sonrió a esa idea boba, logrando sin mucho esfuerzo ganar  su primer combate.

Nicolás simplemente asintió. No podía quedar de ignorante frente a uno de los suyos, incluso si no había entendido exactamente nada de lo que había dicho. Algo así como que “la tecnología no se le daba bien”. O eso decía su abogado cada vez que le entregaba un móvil nuevo, luego de entregarle el condenado, el anterior prácticamente inservible.

El menor se estaba esmerando en explicarle, por lo cual miró hacia la pantalla de arriba cuando le indicó. La especie de pollo que se movía arriba comenzaba a lanzar fuego y el menor murmuró algo que al Antiguo le dio una idea. — Pero eso yo lo puedo hacer… — Respondió confiado, levantándose de la banca y parándose a un lado del recién conocido vampiro. — No es tan difícil como se cree… — Le restó importancia con una de sus manos mientras miraba a su alrededor. La plaza era muy concurrida para lo que estaba pensando por lo cual debía buscar un lugar mejor… quizá una callejuela o algo no muy transitado. — ¡Sígueme! — Indicó segundos antes de desaparecer. No pasaron ni dos segundos cuando regresó soltando un suspiro cansado. — Ok… será caminando...— Murmuró de malas ganas.  Muchas veces olvidaba que los demás no podían seguirle el ritmo y él acostumbrado a ser un ente solitario, olvidaba a los de su alrededor. Y si el menor, por lo que sentía, era todavía un novato, seguirlo sería una tarea algo más complicada, aunque no difícil. Complicada, porque Nicolás era uno de los más rápidos, incluso de sus hermanos.

No le quedó otra que comenzar a caminar como un humano más, metiendo las manos a los bolsillos. Su caminar de todas formas no era común, en ningún momento se topó o llegó a rozar a un humano, esquivándolos de forma grácil y de forma calculada cada paso que daba. Pronto la gente comenzó a disminuir así como doblando en la segunda calle, la gente prácticamente había desaparecido. Avanzó un poco más y se toparon con un cajellón sin salida. Algo perfecto para la demostración. Esperó hasta que el vástago llegara a su lado y sacando sus manos de los bolsillos sonrió amplio ante la ‘magia’ que iba a realizar.

Dobló sus rodillas y se inclinó hacia el suelo. . — Pío… pío… pío… pío,pío… — Sí, Nicolás se había puesto a ‘piar’ como un pollito. Y aunque se viera ridículo haciendo aquello. (Que no había necesidad de agacharse) Al antiguo ni le importaba. Guardó silencio y esperó. Quizá su ‘piar’ no había sido tan bueno, pero hacía bastante tiempo que no llamaba a uno, y es que no había tenido la necesidad, pero luego de unos largos dos minutos, se escuchó el piar de un pollito que se acercaba corriendo hacia donde se encontraban los vástagos, por el mismo camino donde habían llegado éstos al callejón. Como si hubiera sido llamado por su mamá gallina, se paró a un lado del condenado que se había comunicado con él. — Sí… estas cosas pasan algunas veces… — Se explicó, creyendo que el menor lo miraba más por lo que se había tardado el pollo en llegar, más que en la sorpresa que posiblemente le hubiera causado todo lo que vio.

— Bueno… como dije, yo también puedo hacerlo. —Sonrió amplio y orgulloso de tener que demostrar sus habilidades. Extendió su mano al frente y de la nada ésta se inflamó, provocando unas llamas de color azul, sin llegar a causar heridas en el vástago, pero provocando éstas el mismo calor como si fueran llamas rojas.  — Esto es algo que podemos llegar a hacer, en mi caso también llamar animales… — Con el rostro indicó hacia el suelo, el pollo seguía “hablando”.  — Bueno, a lo que veníamos. — Se agachó tomando al pollo en su palma de la mano izquierda, y con el dedo índice de su diestra, cada vez que el pollo piaba, Nicolás proyectaba su fuego azul, haciendo como si el pollo lanzara llamas de su pico. Casi parecido en lo que había visto en la pantalla de la cosa que veía el vástago menor.

De reojo había visto como su nuevo conocido parecía aún confuso con la consola aún con las explicaciones que le estaba dando; se le hacía normal, aun incluso a SuHoon le costaba recordar todas las funciones de los botones... seguía usando el lápiz táctil en vez de usar simplemente los botones directamente. Estaba por voltearse y ofrecerle el DS con una sonrisa hacia el mayor, quizá la forma en que aprendiera a utilizarlo más era con la práctica. La intención quedó en la punta de su lengua y con medio cuerpo volteando a su lado.

Le siguió con la vista cuando se levantó de la banca, naturalmente intrigado a que estaba diciendo que él también podía hacer algo de lo que estaba haciendo en la consola. Quizá si había entendido el juego y quería que le acompañara a una tienda de vídeojuegos a escoger y comprarse el propio. Eso era tomar decisiones rápidas.

-De acuerdo, solo dame  un…- SuHoon había parpadeado y pulsado el botón de “sleep” de la consola para no perder la partida y guardar el juego en la mochila… pero a su lado, ni a sus costados  estaba aquel nuevo vampiro. Decir que se quedó anonadado y con la boca medio abierta era poco; no podía ser que fuera más rápido de lo que él creía era el promedio de un vampiro. Verlo de nuevo ahí en lo que creyó que fue parpadear de nuevo se lo confirmó: era exageradamente rápido, más que SuHoon. Se le quedó viendo con asombro aunque el parecía de malas de tener que ir  caminando. ¿Qué tipo de vampiro era? El solo hecho de asombrarle aquella rapidez le hizo seguir sus pasos sin dudarlo más.

Caminó su vista atenta hacia los costados de la calle, evitando el contacto de los humanos que parecían querer estorbar en su búsqueda, aunque dudaba que en esa calle hubiera algo parecido a una tienda de videojuegos.

-Oh, acabo de recordar, hay un centro comercial cerca, quizás ahí este una tienda..-Era la segunda vez que le dejaba con las cosas en la boca al cambiarle todo lo que él creía. Habían llegado hasta un callejón alejado de todos. Ok, era hora de que se diera cuenta que no quería un videojuego, y por la sonrisa que le estaba dando parecía tener una idea muy grande-¿A qué…?

Sus ojos nunca se habían abierto tan grandes como en ese momento. Frente a él ese vampiro que le estaba asombrando con sus capacidades estaba agachado en el piso...piyando. Por inercia volteo hacia todos lados, como buscando que nadie les estuviera viendo, nervioso de que alguien pasara y les observará raro; nunca creyó sentirse como un adolescente haciendose el loco a lo que un “adulto” estuviera haciendo. Cada vez era más extraño ese vampiro.

Se movió un par de veces sobre sus pies, viendo por el inicio del pasillo hacia donde estaba viendo el mayor, parecía que esperara algo...SuHoon solo esperaba que le dijera “Jah, caiste”. Sorpresa fue cuando el sonido de un piyido empezó  salir de nuevo, y esta vez no era del vampiro, era un sonido más natural.

-Es...un pollo de verdad-estúpidamente fue lo que se salió de su boca al ver al pequeño animal llegar hasta el vampiro-¿Le...de verdad le llamaste?-Estuvo a punto de agacharse para tocar las plumas del animalito, pero se quedó quieto al escuchar la voz del mayor. ¿Hacer que también?  La expresión de su rostro debió ser de un niño, era un total “wow!” al ver como un fuego de un bonito color azul salía del dedo del menor.

En ese punto ya se imaginaba que iba a hacer el mayor.

Con una sonrisa divertida se puso en cuclillas para ver cómo ese pequeño pollito parecía enviar “Ascuas” a través de su pico, como el Torchic; una carcajada salió de él, no se imaginó que fuera tan literal todo.

-¿Yo también puedohacerlo?-Se vió su mano primero y dejó solo su indice señalando hacia la pared. Se concentró en pensar ese fuego azul; frunció el ceño, hizo fuerzas y hasta soltó un gruñido… un par de piyidos le hizo pensar que el pollo se reía de que él podía sacar fuego de su boca y SuHoon ni humo-Supongo que no...