✘—Wylona

Apodos: Wylona, Sweet Pea.

Edad: 21 (Humanos).

Orientación Sexual: Bisexual.

Nacionalidad: Italiana.

Raza: Demonio.

Personalidad: Wylona es una mujer que no suele ser siempre como se la ve. Si bien por momentos puede llegar a ser muy tranquila y educada, en otras ocasiones se la puede ver mostrando una versión de ella completamente diferente; rebelde y hasta un poco grosera. Suele mostrarse como una persona muy simpática, confianzuda, amigable cuando está frente a desconocidos (o personas que le ha cogido un cierto grado de interés) pero en realidad, ella no es así… o bueno, no todo el tiempo. Algo que nunca haría es el contarte, ya seas una persona muy cercana a ella o no, sus problemas, lo que le pasa o cómo se puede llegar a sentir.

Suele siempre querer hacer lo que quiere, se esfuerza bastante por conseguirlo, de hecho, por más tonto que sea.  Es un poco caprichosa, bastante cabezota (terca) y dependiendo la situación o el momento puede llegar a tener muy poca paciencia. Le gusta tener la razón, inclusive cuando no es posible, se podría decir que es una joven difícil de tratar y sobrellevar, mas una vez que consigue entrar en confianza suele relajarse y bajar un poco la guardia.


Apariencia: La joven de veintiún años mide un metro setenta y cuatro centímetros y pesa entre unos cuarenta y ocho y cincuenta kilogramos. Su color de piel no llega a ser blanca como la de un muerto, pero gracias a las pocas salidas que hizo de pequeña (casi nunca salía del orfanato) llegó a poseer un tinte bastante parecido. Sus extremidades (tanto brazos como piernas) son delgados, su cabello suele poseer un tinte oscuro (negro) y rara vez se lo aclara, empero, lo que suele hacer con cierta frecuencia es cortarlo, así como agregarse extensiones. Por sobre su cuerpo a veces llega a verse tatuajes, mas no son permanentes sino temporales.
Con respecto a sus orbes, naturalmente son negros, pero suele usar lentes de contacto de diferentes colores.

Existen tres motivos principales que nos explican por qué se rebelaron algunos ángeles: Libre albedrío, lujuria y vanidad.


Muchos ángeles terminaron alejándose de Dios debido a uno de los tres motivos anteriormente mencionados, no obstante, el ex ángel del que se hablará a continuación llegó a apartarse completamente de Él por las tres (y más) razones que se llegaron a mencionar con anterioridad.

Su nombre angelical se podría decir que es poco relevante. Para su persona, luego de haber dejado que pasaran tantos años, se convirtió en una palabra (haciendo referencia su antiguo nombre) tan poco importante que, cuando, por esas casualidades de, como los humanos lo llaman, la vida, intenta recordarlo no consigue hacerlo. En fin, regresando otra vez al tópico principal, el ex ángel terminó siendo desterrado del cielo debido al inmenso agrado que consiguió poseer hacia el contacto sexual que tuvo una vez, o bueno, mejor dicho varias veces,  con los habitantes del mundo terrenal durante una de sus tantas búsquedas por conseguir “datos sobre cómo los humanos vivían en la Tierra”. La lujuria no tardó mucho en cegarlo, su adicción por querer sentir ese placer que los humanos sentían, y que él llegó a sentir también, era tan grande que fue uno de los motivos por los cuales Dios se vio en la obligación de desterrarlo.

Otro de los motivos por los que éste ángel fue desterrado fue la envidia que lo carcomió por ese privilegio que, los seres que debió alguna vez proteger, poseían y, claramente, él no; el libre albedrio. Observarlos relacionarse entre ellos de las mil y un maneras, realizar cualquier tipo de acciones (ya sean buenas o malas) y comportarse a su gusto despertaron en éste ex ser celestial un inmenso deseo por querer ser igual, o mejor inclusive que ellos.


Y así fue como terminó éste ángel cayendo en un sitio donde no llegó a conseguir todo lo que deseaba, mas sí gran parte dé. Empero, con el correr de los siglos, tenerlo todo no le fue suficiente, sus ansias por querer experimentar más cosas hicieron que considerara la idea de partir de allí y formar parte del mundo donde estaban esos seres que alguna vez llegó a proteger, así como alguna vez llegó a envidiar.  Pero, la tarea no iba serle del todo sencilla necesitaba de un contenedor (de un humano) para poder mantenerse allí el tiempo que deseara. Durante años buscó y buscó, pero ninguno llegaba a llamarle tanto la atención como para adoptarlo como su “cuerpo definitivo” hasta que, el tiempo le terminó llevando hacia una joven habitante de Italia, huérfana y alejada completamente de algún tipo de religió, que se dedicaba a estudiar durante el día mientras que durante la noche se dedicaba a robar el dinero de algunos hombres en los bares.
Hablar con los mundanos no era algo que se le diera bien al caído, por lo que optó por acudir a la posesión forzada, algo que no le resultó complicado.Posterior a finalizar la posesión, el demonio se predispuso a iniciar su nueva “vida” en Italia, un país donde no sabía qué era lo que le esperaba, mas sí estaba seguro que se iba a divertir.


Lo que le gusta/odia:

—•❀ Le gusta tanto el día como la noche ya que es consciente de que hay  actividades que las puede realizar durante un cierto horario de la mañana como otras que puede ejercer durante la noche.
—•❀ Las flores (de preferencia las rosas).

Lo que le disgusta/odia

—•❀ No le gusta estar mucho tiempo bajo la luz del sol, aunque cuando la temperatura no es tan elevada, suele serle indiferente.
—•❀ El desorden.

Miedos/Fobias:

—•❀ Uno de sus mayores miedos es perder el libre albedrio.

Otros:

—•❀ Si bien Wylona nació en Italia, su padre es de Francia y su madre de alguna parte de oriente. El apellido Hayashi no le corresponde, decidió empezar a usarlo durante su adolescencia.
—•❀ Por alguna extraña razón, cuando está muy ebria, recuerda eventos o pequeños fragmentos de su pasado que, incondicionalmente (y por alguna extraña razón) en un momento de su vida decidió bloquear o trató de olvidar. Los recuerdos que suelen presentarse son tanto del contenedor como del demonio.
—•❀ Tiene una extraña manía por querer pintar las rosas rojas de negro.