Mami Sasazaki [Humana]

"Nevada-san"… ¿Sabes quién es ella? Sí la conoces probablemente sólo pienses en una niña desequilibrada, una inadaptada, alguien cruel para su corta edad. ¿Por qué es tan fácil criticarla tan superficialmente y no recordar por qué se volvió de ese modo? Las personas son crueles, más crueles que Nevada-san. Pero los niños lo son más cuando hay exceso de libertad en su interior y nadie les pone un alto para no herir a los que están a su alrededor; son inconscientes e hirientes. Yo comprendo a Nevada-san. No porque yo sea como ella… sino porque quiero a alguien como ella…

No era su culpa, todas las mañanas en la hora del desayuno se repetía que ella no era la causante de esa situación. Su madre le acomodaba el cabello en gruesas coletas mientras cuchareaba el cereal y su padre le decía lo orgulloso que estaba de siempre tener a una hija con buenas notas, mientras lo que parecía ser el lado más alejado de la mesa, su hermana mayor le veía con celos, con su cabello en una trenza también hecha con el mismo cuidado que sus coletas y comiendo hasta el mismo cereal, la diferencia había sido el comentario de su padre: “Te puedes esforzar más, Miyuki”. Los comentarios de su padre eran hirientes siempre para la niña, pero no por eso mostraban faltaba de afecto, o al menos eso creía Mami. Y si era su padre el inconforme, ¿Por qué era con ella con quien debía enojarse tanto?

Las épocas felices de una familia unida las recordaba con perfección: Miyuki era adorable, la cuidaba de que no cayera, le pasaba las cosas que no alcanzaba –y ella tampoco, pero se subía a la mesa- y hasta inventaba cuentos donde según leía antes de dormir, aquellos días pasaron tan rápido al estar ambas en cursos adelantados de la primaria, Mami cursaba su último año de primaria y Miyuki estaba en su segundo año de escuela media. Era el punto donde las cosas subían y subían de presión por lo escolar, las notas que se comparaban por todos e incluso con los abuelos, tíos, los mismos primos, y Mami siempre salía a relucir por su primer lugar en la clase. Sus primos de la edad no se ponían celosos, quizá un poco molestos con sus padres por la presión que les daba, pero incluso elogiaban a su prima por ser tan hábil. Mami en realidad no sabía que decir cuando le preguntaban sobre como estudiaba: ella sólo leía el libro una vez y todo quedaba grabado en su mente por largo tiempo, a lo cual sonreía divertida al ver como todos suspiraban en incredulidad, más el semblante feliz duraba poco cuando Miyuki se alejaba abruptamente de todos a encerrarse en algún lugar donde no escuchara a nadie, sin duda había algo que su hermana mayor le hacía cambiar totalmente, ¿Adolescencia?, parecía ser terrible si era eso, pero no llegaba a asemejarse a lo que leía en sus libros ni las clases que daban sus maestras. Miyuki pasaba de irritable a huraña hasta el punto en que no hablaba nada y con nadie, ni sus amigos.

Viernes por la tarde y no había nadie en casa cuando Mami regresó de la escuela. Su celular sonó desde el bolsillo de la falda con un mensaje de que pusiera su uniforme en la lavadora junto con el de su hermana mayor que debía estar en su cuarto, así que obedeciendo llegó hasta aquel cuarto al que le había sido negado el acceso durante años para no tener que ser una “molestia”. Entró buscando el uniforme, evitando el demorarse y no ver nada, pero algo llamó su atención, en el bote de basura se encontraban libretas rotas y algunas parecían hasta quemadas, a lo que se acercó y pudo ver como una fue rasgada con tijeras, pero aun en las hojas algo era todavía legible.

Había agresiones escritas en marcador rojo y negro. Todo el bote estaba lleno de crueldad hacia su hermana mayor. ¿Era eso por lo que estaba siempre así? ¿Por qué nunca pidió ayuda en casa? Un hueco se hizo en su estómago a la tristeza que tenía. -Quiero ayudarla…-murmuró al recoger otra libreta, pero un fuerte grito se escuchó tras su espalda y Mami horrorizada volteó hacia otras y encontró a su hermana viéndole con furia, con el cabello revuelto y el uniforme mal acomodado. Mami abrió la boca y estiró sus manos hacia ella, como si tratara de alcanzarla para ayudarle, pero todo lo que vio fue oscuridad y un dolor horrible en su mejilla junto a una serie de gritos que raspaban su garganta al sentir golpes por su cuerpo.

Y ese día Mami lo recuerda bien, aunque lo ha dejado muy atrás al haberse ido de casa después de ese terror que vivió. Lo recuerda cada mañana que desayuna cereal y lo recuerda cuando cepilla su cabello, encontrando aquella cicatriz debajo de su oreja debido a un golpe por Miyuki. Nunca fue un tema de conversación que contó, mucho menos el hecho de que su hermana mayor estuviera en un hospital psiquiátrico. Mami se comunicaba a casa pero nunca volvía, temía volver y causar de nuevo ese dolor en su hermana. ¿Huir?, probablemente, pero no quería volver a dañarla...

Casi al tiempo de egresar con notables notas en la carrera de Comunicaciones, Mami fue trasladada a Budapest como reportera, donde se le dejarían demostrar la tenacidad para poder buscar notas en ciudades que para muchos empezaban a ser atrayentes, misteriosas, pero nadie parecía saber nada sobre los sucesos extraños que sin duda a veces te dejaban con esa sensación de que había algo más que tan solo se trataba de ignorar, pero que ella sin duda iba a averiguar, pero sin embargo poco duro el tiempo en aquella ciudad, pues un inesperado cambio le hizo realizar un traslado hacia Londres, en donde iba con la esperanza de seguir viviendo con aquellas personas que dentro de su corazón se volvieron su "nueva familia", aunque la noticia de que algo extraño iba pasando en su anterior ciudad le hizo regresar a Budapest, sobre todo por ir en busca de YooChun cuando luego del viaje no supo más de él, pero dándose con la sorpresa que aquella mansión cual fuera su hogar había sido casi destruida ante ataques que muchos mantenían en secreto, o si bien se mencionaba que todo era a causa de terrorismo o cosas vinculas a diferentes mafias, a lo que sospechaba no era mas que una total mentira.

Y es por eso que siguiendo el rastro del mayor, luego de hacer diversas averiguaciones, es que le llevaron ahora a Italia, ¿Un lugar nuevo para investigar?, eso sin duda, pero por ahora lo más importante para ella era encontrar al mayor, mas por el hecho de querer saber que realmente se encontraba bien, que le pudiera decir que es lo que realmente había pasado, ya luego le daría sus reclamos por haberla dejado sola todo ese tiempo en Londres en espera de su llegada y por haberla hecho preocuparse también todo ese tiempo, además de que sin duda le pasaría todas las facturas de sus gastos realizados en aquel país.